CuO2 / peróxido de cobre (II)

Nomenclatura y fórmula del peróxido de cobre (II)

El peróxido de cobre (II), también conocido como CuO2, es un compuesto químico formado por un átomo de cobre y dos átomos de oxígeno. Su nomenclatura sistemática es "dióxido de bis(cobre)" y su nomenclatura tradicional es "peróxido cúprico". Su fórmula química es CuO2.

Tipo y características del peróxido de cobre (II)

El peróxido de cobre (II) es un compuesto inorgánico sólido de color azul oscuro, insoluble en agua y en la mayoría de los solventes orgánicos. Es altamente corrosivo y oxidante, lo que significa que puede provocar lesiones en el contacto con la piel y puede provocar la combustión de sustancias orgánicas. Además, es una sustancia sensible a la luz y al calor, lo que puede provocar su descomposición.

Propiedades del peróxido de cobre (II)

El peróxido de cobre (II) es un compuesto muy estable cuando se encuentra en su estado sólido, pero puede descomponerse en dióxido de cobre (CuO) y oxígeno (O2) cuando se somete a temperaturas altas. También puede reaccionar violentamente con sustancias orgánicas, provocando su oxidación y combustión.

• Punto de fusión: 150°C
• Punto de ebullición: no se aplica
• Densidad: 3,28 g/cm3
• Solubilidad: insoluble en agua

Usos del peróxido de cobre (II)

El peróxido de cobre (II) se utiliza principalmente como catalizador en diversas reacciones orgánicas, como la oxidación de alcoholes, ácidos grasos y aldehídos. También es utilizado como agente blanqueador en la industria textil y como aditivo en la alimentación animal para mejorar la digestión del alimento. Además, se utiliza en la producción de peróxido de hidrógeno (H2O2) y de otros compuestos químicos.

Es importante tener en cuenta que el peróxido de cobre (II) debe ser manejado con precaución debido a su alta corrosividad y oxidación, y debe ser almacenado en lugares frescos, secos y bien ventilados.

El peróxido de cobre (II) es un compuesto químico de gran importancia en la industria química, debido a su uso como catalizador y agente blanqueador. Es importante tener en cuenta que es una sustancia altamente corrosiva y oxidante, por lo que debe manejarse con precaución y almacenarse adecuadamente. Su uso debe ser regulado y controlado para evitar riesgos a la salud y al medio ambiente.